Acerca de este viaje
Ese evento despertó en mi mucha curiosidad y generó un sueño de poder algún día llegar a la cima del mundo. Treinta y ocho años después, este sueño se ha convertido en una realidad y mi salida al Himalaya ya está programada para el 29 de marzo del 2012. Desde luego, ello no hubiera sido posible sin el apoyo incondicional de mi mujer, mis hijos, mis padres, mis hermanos, mis entrenadores y muchas otras personas que con su aportación a la causa han hecho que este reto sea toda una realidad. Apelando a una amistad privilegiada que tengo con 8 SERES HUMANOS, que ha trascendido a través del tiempo, y a los que no solamente considero mis amigos sino mis hermanos del alma, apoyado en ellos, me di a la tarea de buscar los patrocinios del caso, entrevistandome con diversas empresas y organizaciones en México. Después de varios intentos frustrados por conseguir dichos patrocinios, estos 8 (ocho) amigos tomaron la decisión de apoyarme de manera personal, haciendo que este sueño se convirtiera en una realidad.
Con estos “personajes fuera de serie“ he forjado una amistad de más de 40 años y cuando les platique de mi sueño, siempre creyeron y confiaron en mí. Quiero dedicar este apartado a este hecho y compartirlo, ya que si no fuera por estos 8 amigos, no estaría en posibilidades de poder intentar llegar a la cima del mundo. Lo que hace único y admirable este apoyo que he recibido por parte de estos amigos, es el hecho de que el único propósito e interés que tienen en darme el patrocinio, es el placer y el gusto de apoyarme para lograr alcanzar este sueño. La suma de estos 8 (ocho) amigos-hermanos del alma y yo, dan como resultado que sea posible esta expedición a la que nombré: EVEREST 8 + 1
A estos 8 hombres que a continuación menciono, les dedico este apartado y la expedición al Everest con mucho cariño admiración y agradecimiento: Claudio X González, Rodrigo González Calvillo, Miguel Diez de Urdanivia, Pablo Cortina Cordero, Javier Barrios Sánchez, Enrique Aramoni Ramírez, Alberto Gómez Delgado, Carlos Hernández Artigas. GRACIAS MIL
